jueves

qué es arte?


Qué es arte?
Arte es la grandilocuencia,
qué es arte?
La distancia, la prudencia
Qué es arte?
quién es arte?
Arte no es más que un triunfo de la explicación de un problema.

El arte, se convierte el arte cuando sobrepasa el umbral de lo puramente estético, es arte cuando dictamina, cuando repercute, cuando damnifica, es arte cuando transforma una sutileza en algo grande, el arte es una exhalación de lo sublime, una conducción hacia la congruencia; el arte, no es arte por su visibilidad, sino por su consustancialidad.
Arte para mí es un ejercicio sensible de su propia práctica, es un proceso exhaustivo que nunca termina, es una explicación en constante cambio, es un hallazgo exuberante y primogénito, es único y es inimitable.
Para mí solo el arte, es capaz de describir la situación concreta de su misma existencia.


 

Danto; la muerte del arte.


El pensador Danto, define su situación actual como el fin de la historia y la muerte del arte. Ello no quiere decir que los artistas ya no producen obras de arte sino que no se distingue entre las que son obras de arte y las que no, observando una de las exposiciones de Warhol. A partir de entonces es que el problema yace en definir qué es el arte para poder hacer así una diferencia entre lo que no es y lo que es artístico. Según Danto, el arte tiene una condición y naturaleza vagamente análogas a las palabras, es decir, que la naturaleza del arte participa de la naturaleza de las palabras. Por otra parte, la obra de arte se relaciona con las cosas de manera intensiva.
La obra posee una intencionalidad; implica conciencia, una intención significativa, por eso es una obra de arte; así, mientras que una lata de sopa Campbell's no quiere decir nada, el cuadro de Warhol en el que ésta se representa sí, ya que está expresando algo de manera intencionada. La naturaleza de las obras de arte es metafórica, ya que la obra de arte significa algo, puede establecer una relación entre dos temas, y su significado, aún no queriendo expresar nada en concreto, significa que no quiere expresar nada. En las obras de arte el medio de expresión forma parte del contenido mismo de la obra. La manera en como “la cosa” queda, forma parte de la obra.
Anteriormente, una obra de arte bien hecha, debía ser una muestra de habilidad y destreza; por ejemplo, en el caso de una pintura, una manzana se debía representar con absoluta precisión. Por otra parte, Danto en unas de sus obras hace referencia a la alquimia del arte; el arte se caracteriza por una transfiguración de los objetos banales, de los objetos cotidianos. La obra se realiza desde el conocimiento del artista y es como una palabra, ya que señala o indica algo; está cargada de intencionalidad y afirma sobre alguna cosa. La obra de arte no se limita al que sino que también incorpora el como y los objetos son el resultado de una absoluta transparencia. Entre las cosas que el artista afirme, bien puede afirmar algo como no hacerlo, pero el no hacerlo implica igualmente afirmar sobre algo, afirma que no afirma nada, y por ello es que no deja de ser una afirmación.
Danto considera que se ha llegado a una situación en la que se niega la autonomía del arte.


Por ello podemos establecer ciertas premisas que duran hasta nuestros tiempos

El artista, denominado producto por ser el resultado de ser el “productor” de la obra; obra inmaterial ligada al ámbito artístico por conceptos generalistas de una sociedad cada vez más comúnmente extendida. Estos autores, están desgranados de ser propiamente autores de las ideas que proclaman, debido al comercio y movimiento incesante de todas las ideas, no se puede asignar una autoría concreta a ninguna de ellas.
El artista es un fracaso de su época; divide el pensamiento y fragmenta las partes para dedicar su obra a un campo estrictamente preciso de denominación. Habla de cosas que no conoce, o de cosas que conocemos todos, de otro tiempo, de otras sociedades... Pero además son ideas que toma del medio que le rodea, no las autogenera.
Las obras de arte se definen en efectos que sobrevienen en el espectador, efecto sensibles que utilizan simbólicamente para cargar de un significado prestable a su obra.
La obra se crea en un espacio prolongado, donde incurren diferente energías y experiencias; la experiencia estética, se traduce por tanto en una sensibilización de esa compensación de energías que determinan el flujo de la obra.
Nada
Las sociedades materialistas traducen su bagaje, en una compensación estética y admirable. Ya no importa si la idea prima o confunde, importa un objeto superficial y detonante, reflejo de una sociedad táctil y visual, propietaria de todos los objetos de la tierra. De este modo, pierden su valor cultural, para designarse en un valor puramente decorativo.
La representación es el efecto reverente de nuestra decadencia; “No queda nada digno que representar, no queda dignidad alguna reivindicable en la tarea del representar”. La expresión artística debía ser experiencia, presencia no representación. 
No podemos diferenciar dos mundos, creando la regeneración del arte a través de su aura; este arte habla de este mundo y desde este mismo; no puede mitificarse por sí mismo materializándose, puesto que la materia corresponde al mundo factible y sensible, y las ideas, que sería la experiencia formal de la presencia (o mejor dicho de la existencia), provienen del mundo ideal e intangible del conocimiento; inmaterial. 
La nuevas sociedades demuestran su incapacidad de adaptación desde las ideas artísticas hasta su realización, intentando adaptar y abarcar los nuevos conocimientos mecánicos aplicándolos indiscriminadamente a las obras, insustancialmente; además, extingue la idea de originalidad por falta absoluta de recursos, y por el propio defecto de imposibilidad de diferenciar un original y una copia. 
En este siglo, el arte no se expone, solo se difunde y se vende. 
La apropiación es a día de hoy el más alto punto de profusión del arte; debido a su irreversible materialización, ya no es tanto el valor de la idea o del producto de esa idea, tanto como en el cine y su guión; sino que el arte se vuelve una rama del coleccionismo; posesión y materialización de las “ideas”. 
En cuanto al arte relacionado con las nuevas tecnologías, entra en debate la dificultad de tramitarlo como el arte clásico por problemas evidentes de materialización y reproducción, pasando a ocupar un segundo plano en la economización de los recursos y en su comercialización; este arte, no está adaptado para este comercio; o este comercio, no está provisto para este tipo de arte. 
En este nuevo arte, inmaterial, el artista pierde su figura inalcanzable de mitificación, puesto que ahora sus ingresos no provienen de la venta de un objeto material de posesión individual; sino que vive de la difusión de esos contenidos específicos, asequibles para más público. 
El coleccionismo se hace inservible y frustrante, y esto determina que una obra pueda ser de interés público por decisión del pueblo y no de las comitivas restrictivas que definen y delimitan la institución “arte” . Audiencia. 
Los museos y espacios artísticos, tanto como las galerías o instituciones, se ven obligadas a renovar sus formas para adaptarse a las nuevas vertientes del arte. 
Irremediable evolución de las formas artísticas. 
El arte en su antítesis reivindica que una obra de arte, debe negar serlo, y para pertenecer a la institución debe aparentar exquisitamente lo máximo posible; dividimos así dos claras vertientes, la sensible y la aparente.
 A su vez, esta antítesis tiene por norma contraindicarse a cualquiera de estas dos vertientes; a la sensible, se le impedirá el acceso a la institución y esta luchará por su reconocimiento, a la aparente que si esté considerada, se le negará el alcance de ciertos valores determinantes. 
Le toca a artista reinventar un sistema de arte que no se contradiga en su repleta complejidad.
El trabajo del artista, se delimita a la propia creación en un espacio acotado que se define, finalmente por la intensidad de movimiento, flujo o intercambio que sufra la obra; en esta sociedad, está gravemente vinculado a la compensación económica y a su perpetua productividad.