miércoles

Hijoputismo soberano

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El hijoputismo soberano es la reina de esta fiesta, la patrona indiscutible de la tierra, el pronombre sufijado de todos los nombres de mujeres y hombres humanos; y esto es, precisamente porque el egoísmo cubre un importante porcentaje del instinto, y el absurdo, que es la definición del primer mundo, los restos decadentes de lo que reine en la mente…
No se engañen, ni quieran engañar a nadie, no van a arriesgar su vida por el desempeño de un “algo” importante, no van a involucrarse, no van a alzar la voz, no van a deleitarse, son mierdas cobardes, sin acritud, con resonante, en esta vida de colores, nadie hace nada por nadie.
Recomiendo suicidarse, somos demasiada gente para el espacio habitable, recomiendo negarse a la banca, suministrarse, dejar de producir propiedades, abrir las puertas al inmigrante, aprender a relacionarse, asfixiar las malas lenguas y reivindicar, que la justicia sea proeza independiente.
Quiero decir, que quien merece la muerte, sea propicio su camino, truncado en sofismos por la mano ajena; que se libere a los animales de su temible condena, que la apariencia sea más sincera, que el juicio sea un proceso tras la conciencia y que los “pres” y los “contras” no sufijen nuestra historia. Más reales al tacto, menos cabrones como son unos cuantos, más de frente y que el valor consciente y consistente tenga más valor que la suerte.
Den beneplácito a quien merezca la muerte.
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Un año menos en Canarias
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viernes

Sin salvia disolvencia

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La palabra, basta sincera, que nunca acaba de definirse y que se limita por sus letras, hoy andaba dando vueltas por el barranco; miscible con el agua, pero amarillenta a jurado en las grietas más abstractas, y profanando su lengua contra la piedra ha cicatrizado esos dejes, dejando suaves pulidos por el camino, comprando a ritmo paulatino todos los restos, todas las cosas, nuevos proyectos solo de boca; porque ella, pasajera y traidora, lisonjea camelando a las señoras, y a los caballeros les incita a puros y al sexo...
Por ello, en su demora, y en mi lucha inconexa contra su diplom
a, he hecho abuso de su nombre y he gastado mi lenguaje, le he escupido todas las preposiciones, ante con hacia en durante pudiese mantenerlas sin que temblase el semblante, hablé con faltas de ortografía, decliné irregulares, ganas de luna menguante que calmen los mares, y en la inefable dialéctica en que se produjo el contacto, resolvió la tormenta.

Ahoga ahora muda el agua, y baja sin hacer ningún ruido; las ranas que beben, callan, y su cuerpo fluido da de beber a las palmas y al bambú amarillo. Ha comprendido, de su inconsciente uso, que es mejor estar callado que hablar y hacer demasiado ruido
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Acercame la ventana














Cabalgante, entre paraísos salpicados
de estrés post traumático y de cáncer,
de muerte súbitamente al instante y del color,
pausado y tolerante;

Resulta que ya nada es como antes;
me preocupan los tejados,
los niños que están solos,
los perros atados,
la histeria de la multitud agrupada,

el contagio de las plagas,

el miedo,

me preocupa mucho el miedo;

el miedo que se genera en la televisión
o en cualquier otro medio;
me preocupa la fragilidad de la mentes observadoras
y la crueldad de las que programan lo que vemos;

me preocupan los 250 muertos de los que nadie ha hablado,
las presiones del estado,
la policía,
me preocupa este estado policial que nos controla y nos domina,

me preocupan, las enfermedades degenerativas,
como el sida;
me preocupa que no haya aún un medio para combatir el sida
(me preocupa que además sé que esto es mentira)

Me preocupa el dinero,
que todo tenga un precio,
que nadie pueda resistirse a venderse,
que las ideas se intercambien por dígitos
y la información vague entre unos y ceros,
que los bancos, controlen al público,
este sistema de programa súbito me preocupa.

Pero sé que es oscilante,
paso, atrás, paso adelante,

y hasta no producirse una catastrote de dimensiones gigantes
nadie querrá ser diferente,
ni cambiar nada del presente,
no votan,
no se revelan,
no piensan ni sienten
y así sigue todo siempre como antes,
sin cambios,
sin semblante.

paso atrás,
paso adelante

fíate sólo de tu madre